EL REINO DE NEVERLAND: cyperbull

CREADOR

Nombre: Juan Sánchez Benítez

Nick: Cyperbull

Ocupación: Camarero

Descripción: Estoy bastante loco, amante del cine y los videojuegos, me encantan los animales, sobre todo los perros, soy aracnofóbico, me gusta la cocina y mis pizzas están que te cagas, pero de buenas, jejeje.

Genero preferidos: Conducción, todos.

Consola favorita: Playstation 3

Especialista: Juegos de conducción, Estrategia y Aventura

Personaje favorito: Altair Ibn-LaAhad, Ezio Auditore
y mi hijita Helena

Player:
A los 8 años descubrí una consola llamada Nintendo, y un juego llamado Ice Clumper en casa de un amigo. A partir de ahí empecé a comerles la cabeza a mis padres, con el “yo quiero una Nintendo”, pero lamentablemente ellos no podían permitirse ese lujo, cosa que yo no entendía por entonces. Aun así, mi padre, me sorprendió con una consola cuyo nombre desconozco, ya que era un chisme bastante antiguo y, en esa época, con unos gráficos malísimos. A la edad de 11 años, cuando hice mi primera comunión, conseguí juntar un dinerito curioso, pero aun no llegaba para una Nintendo. Decidí cómprame la Game Boy, donde empecé con el Tetris. No duré mucho con ese juego, ya que me compré Dobble Dragon. Un año después, mis padres juntos a unos amigos muy queridos, me regalaron por navidad la esperada Nintendo. Esa noche no dormí nada jugando a Mach Rider, un juego de motos. Más adelante jugué juegos como el Mario Bross y Castelvania, entre otros. Unos años más adelante descubrí el juego Street Fighter en casa de un amigo, que ya gozaba de la Súper Nintendo. Aquí empezaría otra lucha con mis padres, lamentablemente sin éxito.

Un día caí enfermo y estuve una semana en la cama y mi madre me sorprendió con la Súper Nintendo y el juego de Mario world. Por fin podría jugar al Street Fighter, pero tuve que esperar varios meses, ya que su precio era bastante elevado. Street Fighter II Turbo era mio, y me pasaba las horas jugando, hasta el punto que mi madre tuvo que quitármelo, porque no hacia otra cosa. Yo nací y me crie en Suiza, y en uno de los veranos que vinimos a España de vacaciones me tope con Killer Instinct, en una maquina que estaba situada en un bar. Los 20 duros volaban en esa maquina. Me volví adicto a ese juego, que más tarde me hice con él.

También jugué juegos como el inolvidable Zelda. A los 16 años de vida tuve que dejar el mundillo de los videojuegos debido al trabajo. Aunque todos los viernes quedaba con mis amigos y nos íbamos a jugar los juegos de coches en salones recreativos, dejándome allí muchísimo dinero. Fue ahí donde decidí comprarme la inolvidable PS, con el juego de Ridge Racer. Mi afición a los coches me limitó a jugar sólo a juegos de conducción, como Gran Turismo, V-Rally, Need for Speed etc. Más tarde empecé a jugar al Tomb Raider, Syphon Filter, Metal Gear, Final Fantasy y muchos más. En ese momento fue cuando, sin darme cuenta, me había convertido en un GAMER. Cuando se me rompió la PS me compre, como no, la PS2, la que reventé jugando a títulos como Need for Speed Hot Pursit II, Most Wanted Underground I y II,, Carbono, Gran Turismo 4, El Padrino, Ace Combat 4, la Saga de El Señor de los Anillos, Fifa, Fight Night Round II y como no God of War I y II.

Un día, como muchos, me aburría como una ostra en mi casa y de la nada me surgió una idea, una de las mejores de mi vida creo. Me compré la PS3 con un juego que no valía un huevo, no me acuerdo de su título, se que era un de coches buggy, por el desierto. Lo vendí y me hice con el grandioso juego de Heavenly Sword. Un día, paseando por la tienda de videojuegos, casualmente me tope con un juego que me marco, un individuo vestido de blanco y una capucha, por fin encontré el juego de mi vida; Assassin´s Creed. En la colección no me podía faltar el Need for Speed Pro Street, que me defraudo muchísimo.

Por esa temporada decidí volver a mi país de origen, España, donde mi vida laboral no me permitía cómprame juegos. Pero aquí se podían alquilar, cosa que en Suiza esta prohibido. Así me pase juegos como Uncharted I y II, Modern Warfare II y, como no, Assassin´s Creed II. Por motivos financieros no podía permitirme comprar muchos juegos, así que me limité a comprar sólo los Assassin´s Creed, aunque, entremedio, cayeron Race Driver Greed y Need for Speed Undercover. Gracias a mi amigo dekar8 pude jugar Uncharted III, hasta que por desgracia me pasó lo peor que le puede pasar a un gamer, la luz amarilla de la PS3, dejándome fuera de combate. Aun así sigo siendo un friky de los videojuegos esperando poder volver a empuñar mi arma, el sixasis dual-shock.